lunes, 8 de marzo de 2010


La lluvia hizo de espejo, de muro infranqueable, durante un minuto no pudo moverse. Después huyó.

2 comentarios:

Charlotte dijo...

escapar, a veces es el único respiro al que podemos agarrarnos. Cerrar los ojos y correr, correr, correr sin mirar atrás
y de pronto aparecer en otro lugar, sin más, ¿y qué?.
Lo importante, a veces, es hacerlo.

Anna dijo...

La lluvia puede ser una fina capa que te cobije o te empape, que te detenga o te haga huir! 1 beso