lunes, 20 de febrero de 2017




A ti, mi Petro, mi Petrito chico...

Mi niño mimado, mi quejicón de luna y sol, perdóname por mi injustificada a veces irritación; sobón de tardes sueltas, de días a solas, a ti, mi comilón a todas horas, a ti por tu calidez acurrucado siempre a mi costado.
A ti, por estos años que son mi vida, en los que fraguamos juntos la cercanía, la paz y nuestro apego, por enseñarme tanto, por tu incondicional cariño, algún día volveré a acurrucarme, y será a tu lado de nuevo.

Mi sempiterno amor, mi compañía, mi inmortal compañero... a TI.